La resiliencia organizacional es clave para el éxito sostenible en un entorno laboral dinámico. Los programas de manejo del estrés son herramientas esenciales para fortalecer la capacidad de adaptación y bienestar entre los empleados, promoviendo un clima laboral saludable. Al integrar estrategias efectivas para gestionar el estrés, las empresas pueden no solo aumentar la productividad, sino también cultivar una cultura empresarial robusta y solidaria, donde los trabajadores se sienten respaldados y motivados ante los desafíos diarios.